Mi amigo, quien es un escritor
profesional, me comentó, al leer uno de mis microrrelatos, que a éste le
faltaba ritmo, yo, un poco desilusionado por la crítica, llevé al susodicho
micro a una clase de salsa. Después de
sentir y seguir la música se lo di a leer de nuevo, esta vez me dijo que tenia demasiados giros y
figuras, no conectaba con el lector, me
sentí avergonzado y deduje, por su comentario, que el relato
tenia un problema de actitud, quizá era su tamaño y eso lo hacia ser tímido o quizá era la historia que contaba y eso lo
convertía en pretencioso, así que le di
otra oportunidad y lo llevé al sicólogo, de donde salí con la convicción de que
todavía no había llegado al limite de su potencial y lo expuse una vez más a la
consideración de mi amigo. Su opinión fue que era muy simple, carecía de
profundidad. Entonces sonreí y supe que ahora se había equivocado, porque esa breve ficción salió
del más profundo deseo de escribir un buen cuento y ese era solo un intento. *
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*El microrrelato continuó con
su clase de salsa y conecta muy bien con su pareja de baile, una pequeña
poesía, escrita hace mucho, con la que se casó y viven una vida simple, en lo
más profundo de un cajón.
Pues este micro a mi me ha gustado mucho. Salvando alguna cosilla, pero que no afecta en si a la finalidad del mismo, a mi me resulta de una imaginación fuera de serie.
ResponderEliminarUn saludo Beto.
Gracias Rosy, me encanta que comente mis entradas y que, en cierto grado, les gusten. No se cohiba de señarlarme esas "cosillas", son las que enseñan y ayudan a crecer.
EliminarSaludos.
He disfrutado y mucho. No hay nada como relatar la sencillez, que es en sí lo más complicado. Saludos
ResponderEliminarGracias Ramón, por llegar a este lugar y comentar, bienvenido. Tienes razón sobre la sencillez, es por eso que intento expresar mis pensamientos con "un chin de palabras".
EliminarSaludos.
La crítica es útil cuando nos abre los ojos y nos consta que es acertada.
ResponderEliminarAl final de las letras sólo se aprende escribiendo, al igual que pilotear se aprende manejando.
Lo demás son academismos de gentes que desean uniformarse.
Me gustó tu cuento.
Pleno de elementos y abierto a crecer al infinito.
Gracias Carlos por dejar su comentario. Me alegra que le guste. Algún buen escritor o académico podrá pensar y decir que escribo banalidades pero mi intención no es hacer literatura, por lo que continuaré limpiando mi imaginación de todas las ideas que fluyen en mi cabeza. Manteniendo la disciplina de escribir, con la esperanza de que salga algo bueno.
EliminarSaludos.