Astronoticias
Afuera la tormenta no daba visos de amainar, él miraba
a través de la ventana cómo el agua al correr arrastraba pequeños objetos que
encontraba a su paso, y cómo éstos se
acumulaban cerca del desagüe de la pared del fondo. El ruido de la lluvia y el
olor de la tierra mojada provocaban en
él cierta modorra. Se va a la cama
pensando que mañana tendrá que recoger los desperdicios arrastrados por el
agua.
Despierta y sabe que ha dejado de llover, ya no se oye
el tintineo de la lluvia al golpear el techo de la casa, todo esta oscuro, cree
haber escuchado unas voces. ¿Por qué su
cama se siente tan blanda? Parece que no
cerré bien la ventana, porque tengo frío y me siento mojado, -se dice a si
mismo- Las voces son cada vez más fuerte, como gritos, escucha un
chapaleteo en la habitación, -pregunta-
¿Quien anda ahí?, nadie responde, es
como si no me oyeran, -piensa- las voces
siguen acercándose, agudiza el oído, por fin logra oír lo que dicen:
-¡Con
cuidado!- ¡despejen esos escombros!
-pobre diablo- ¡lástima que no nos llamara antes de que el deslave lo arrasara
todo!
Tiene que ser horrible vivir esa realidad
ResponderEliminarLa foto impresiona, tus palabras magistrales.
Un saludo
Gracias Rosy, sus palabras son un halago. Una horrible realidad, pero cuando la naturaleza reclama su espacio poco podemos hacer. Cuando encontré la foto también me impresionó.
EliminarSaludos.
Agobiante. Y es que uno nunca sabe qué puede ocurrir tras el sueño. La vida siempre te puede dar un vuelco, y jamás pensamos que nos puede tocar. Un abrazo, Beto. Estupenda atmósfera.
ResponderEliminarGracias Alba por pasar a leerme. Lo increible es que hay personas que viven en lugares muy expuestos(en mi país)a los embates de la naturaleza y cuando se informa de algún fenómeno se resisten a buscar refugio.
EliminarSaludos.