sábado, 29 de marzo de 2014

CAZA DEPORTIVA


La bella criatura se ofrece como cebo, busca atraer a la presa más joven, la que todavía no ha aprendido a identificar el peligro. Sabe que, porque corren detrás de una pelota, a los chicos del estadio los protegen como animales exóticos, pero, cuando quieren aparearse, no distinguen la diferencia entre un cervatillo y una tigresa.


También lo pueden leer en el enlace a "Viernes creativo" de Fernando Vicente. 

12 comentarios:

  1. Bonito micro, Beto, me alegra volver a leerte. Voy a pasear un rato por tu blog que hace tiempo no te visito.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias María, aquí siempre es bien recibida, espero que en su paseo encuentre algo más que le guste.

      Saludos.

      Eliminar
  2. Estoy de regreso tras una pausa demasiado larga, pero veo que las cosas siguen en tu blog tan bien como siempre.
    Un saludo
    JM

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenido de nuevo Juan M. siempre es bueno tomarse una pausa. Gracias por tu amable comentario.

      Saludos.

      Eliminar
  3. Bien Beto, interesante texto con toques cinegéticos y algo de intrigante propuesta final.
    Abrazos, te leo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Montesinos por la lectura y el comentario. Además de la imagen, este relato también esta inspirado en una frase que por aquí se escucha algunas veces: "cazadoras de peloteros".

      Saludos.

      Eliminar
  4. Bonito micro Beto. Felicidades.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
  5. A esto sí que se le puede llamar caza deportiva. Muy agudo Beto.
    Un saludo

    Una cosita, quieres decir, chicos no?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso, Rosy. Lo he leído varias veces y no noté el gazapo, lo corrigo, Gracias amiga, agradezco el comentario.
      Saludos.

      Eliminar
  6. Un micro muy ingenioso. Un abrazo, Sotirios.

    ResponderEliminar