Giulio Magnifico
El hombre esta parado en el centro de la habitación,
sus brazos están extendidos como queriendo tocar el techo, las manos
entrelazadas. Se inclina hacia la izquierda
luego a la derecha, una, dos…tantas veces, ya casi no siente dolor en sus
costados, pequeñas gotas de sudor empiezan
a rodar por su frente. Haciendo un gran esfuerzo se inclina queriendo tocarse
los pies, no lo logra, siente que le
duelen los riñones. Ahora entrelaza sus manos en la nuca y levanta la rodilla
izquierda e intenta golpear su brazo derecho, es imposible, levanta su rodilla
derecha y trata con el brazo izquierdo, no, no se puede. Así continúa,
durante buen rato, tratando de alcanzar
y tocar diferentes partes de su adolorido cuerpo. De pronto se abre la puerta, entra su mujer y
pregunta:
-¿Que haces?-
Él con voz exhausta responde: -Ejercicio-